sábado, 11 de octubre de 2008

El humo de la crisis

Todos nos acordamos de aquel joven genio canadiense llamado Kyle McDonald. El individuo que consiguió una casa haciendo trueques por Internet, exactamente catorce, y partiendo de un vulgar e insignificante clip de color rojo. En aquellos tiempos, exactamente el 2006, nos hicieron creer que eso era algo magnífico, que la red nos ofrecía la posibilidad de conseguir lo qué quisiéramos y que las puertas a la libertad estaban abiertas para todos. En aquellos momentos todos pensamos que nada era imposible, sin saberlo, nos incitában a consumir, sin ser conscientes de ello, aquello podía ser el inicio de la crisis economica que ahora nos acecha. ¿Como puedes conseguir una casa sin tener el dinero necesario?. Sin duda, alguien dio más valor del real al famoso clip rojo. Los milagros no existen, y menos en temas de dinero, y para ser realistas, todo formó parte de una original campaña pagada por los publicistas a fin de fomentar lo que todo el mundo creía imposible. Consuman, consuman. Compre ahora y pague luego.

No soy un experto economista, por lo que no puedo engañaros, este modesto artículo no incluye las claves verdaderas de la crisis ni valoraciones más allá de lo que un individuo corriente puede percibir. Lo cierto es que la incertidumbre se apodera ahora de los gobiernos, los banqueros y los empresarios. Ah, y perdón, también de todos estos trabajadores que poco a poco, ven como su puesto de trabajo desaparece sin que existan perspectivas para encontrar otro sitio dónde ganarse la vida. Los políticos prometen arreglar el desaguisado, sin embargo no es fácil para aquellos quien han perdido su trabajo, ver las cosas con tanto optimista. Si en tiempos de supuesta prosperidad, en los que comprar una vivienda era una tarea solo al alcance de unos cuantos privilegiados, los licenciados y bien preparados jovenes ya se las tenían que apañar con un rídiculo sueldo de mil euros (de ahí el concepto de mileurista), ¿como van a sobrevivir ahora?.

Las burbujas, los crecimientos, las falsas promesas y la avaricia han propiciado una realidad extremadamente alarmante para la sociedad. El mercado incentivó a comprar, a gastar, a invertir... es más que probable que un economista, un experto en bolsas o un profesor de ESADE les sepa dar más razones que yo acerca de cual es la raíz del problema económico. Pero creo que algo ha quedado más que demostrado ya, la sociedad de consumo se viene abajo y entre las grandes causas de todo el fiasco, se encuentra la comercialización de mucho humo, si señores, he dicho humo. El humo se utilizó para vender, comprar, garantizar y/o asegurar productos, servicios. Ahora resulta que debemos preocuparnos, ahora resulta que tenemos que estrecharnos el cinturón pero... ¿alguien puso el grito al cielo cuando el mercadado immobiliario llegó poner precios inalcanzables a la vivienda? ¿los gobiernos pararon el mundo para reflexionar acerca de la especulación immobiliaria?. Creo que muy pocos. Nos siguen vendiendo humo, y luego nos quieren cobrar el fuego. El clip rojo milagroso ya perdió su valor, pero las consecuencias ahora empiezan a brotar. Al mal tiempo, buena cara... o eso decían.