miércoles, 18 de junio de 2008

Sarkozy contra la libertad en la red

El Gobierno francés de Nicolás Sarkozy ha hecho un nuevo paso en su política más reaccionaría, este golpe actuando en el ámbito de Internet y en contra de la libertad de sus usuarios. Según el nuevo proyecto de ley presentado el pasado 18 de junio, se prevé la suspensión de conexión a la red por aquellos usuarios que descarguen archivos a través de programas de intercambio P2P (Peer-tono-peer) como E-mule, Arestra, Lphant o Bit Torrent entre otros, aunque, tras dos advertencias previas y susceptible de ser cambiada por una multa económica.

La medida, que todavía no ha sido aprobada, responde a los intereses y a la presión ejercida por las grandes multinacionales de la música y el cine, principalmente, que desde hace tiempo intentan criminalizar y limitar uno de los grandes adelantos que se ha conseguido con la revolución de Internet, el intercambio libre de cultura y conocimiento. Como justificación de esta medida, el ejecutivo ha explicado que "el proyecto de ley responde a una situación de urgencia, la economía del sector cultural y la renovación de la creación están amenazados por la sostracció sistemática de obras a las redes digitales". La aprobación de la ley comportará también la creación de un juzgado independiente que se dedique exclusivamente a luchar contra la descarga de archivos a Internet.

Es posible que el vacío legal existente a la red sea un problema en muchos aspectos, como los derechos de imagen, la subida de vídeos insultantes en portales como Youtube o actividades que tienen que ser perseguidas indudablemente como la pornografía infantil, las estafas o cualquier actividad que perjudique seriamente a otros usuarios o personas. En todo caso, identificar al usuario que descarga música con su portátil u ordenador doméstico como un criminal o un pirata, es un ataque indiscriminado contra la libertad. Cuándo llegará el momento en que los gobiernos dejarán de hacer caso a la presión de las multinacionales?. La música no está en crisis, la cultura no se encuentra en peligro, la revolución de la red ha permitido expandir y hacer asequible para todo el mundo el consumo de cultura. Los festivales y conciertos se encuentran hoy más con que nunca en plena efervescencia y la oferta estilística, la riqueza cultural y la fusión dan a la música nuevos valores y atributos nunca vistos.

Antiguamente, cuando|cuándo el casete era el formato más habitual al mismo tiempo de distribuir música, muchos eran los que grababan canciones de la radio, muchos eran los que intercambiaban álbumes enteros y los copiaban. Más tarde, la distribución de CD's era algo habitual y libre. Porque se intenta culpar la red de la crisis?. Seguramente se difícil encontrar una buena respuesta, la recesión económica afecta a muchos sectores sin distinción y se la industria discográfica ha ido creciendo sin ningún tipo de equilibrio. Desde hace años, se sabe que el músico es el quien|quién menos dinero ve de las ventas de un disco, los intermediarios, los promotores, los distribuidores u otras figuras que han ido surgiendo se han embolsado grandes grandes beneficios. El abuso al mismo tiempo de fijar el precio de un disco, la materialización de la cultura o la simplificación del arte sueño quizás algunos de los factores que seguramente han agudizado una caída de ventas y una nueva forma de entender el consumo de cultura, en todas sus variantes.

El futuro decidirá, pero poner barreras a la libertad no es la solución a ésta crisis. Si la gente vano cada vez menos en el cine, no se para que se descargue la película, sino que quizás se tendría que entender viendo el creciente número de mileuristes (jóvenes y no tan jóvenes, muchos licenciados y con master, que a duras penas llegan a cobrar mil euros mensuales). Queda patente que ir a ver una película en el cine puede ocurrir una acción demasiado lujosa en los tiempos actuales. Así pues, los gobiernos y las industrias tendrían que empezar a cambiar el chip y no actuar contra una acción tan simple y sencilla como compartir.