lunes, 11 de octubre de 2010

Falseando apariencias

Sorprende lo poco que se valora en este mundo la virtud de ser uno mismo. Y no es que me dé ahora por hacer un sermón moralista sobre valores establecidos, ni mucho menos. El otro día daba vueltas a mi mente, intentando esclarecer esos misterios que siempre nos ocupan, a pesar de que jamás encontramos respuestas coherentes. Pensando, pensando, me dio por fijarme en las entrevistas de trabajo, si, esos interrogatorios en primer grado a los que debemos someternos para aspirar a ser candidatos a un puesto. Pues bien, cuando uno se fija en los consejos sobre como uno debe actuar en una entrevista, salta a la vista que se le exige por encima de todo que no sea uno mismo. Para empezar uno debe ir bien vestido, pero no poniéndose aquella ropa que al gusto de uno mismo le hace sentir cómodo ante los demás, sino siguiendo el patrón establecido. Zapatos, camisa, corbata e incluso un traje. Si nos adentramos un poco más en lo que representa la entrevista de trabajo, uno debe ocultar ciertas cosas que, aunque siendo sinceros, no van a reducir el rendimiento laboral, no son bien vistas. Hay que ir con una sonrisa, aunque esta se nos exija solo para mostrar que en la empresa todo va sobre lo previsto. Siempre hay esos test interminables con los que se pretende profundizar en la psicología del individuo, aunque a menudo no son más que un absurdo trámite para que la empresa demuestre que se lo curra mucho cuando busca personal. Las exigencias son varias, las advertencias múltiples, y por si no fuera poco, a uno le preguntan cuanto dinero aspira a cobrar. ¡Menuda pregunta! ¿Quien no diría que, por querer, le gustaría mucho cobrar cien mil euros al mes? Si apuestas por una cifra más elevada, demuestras ser demasiado ambicioso, si te conformas con menos, pensarán de ti que eres un conformista sin ambición. La cuestión es ser falso y mostrar aquellas pautas socialmente aceptadas que, se supone, tan bien nos enseñaron en el colegio.

Pensando sobre la falsedad, también se me ocurrió el ejemplo del amor, el sexo o el romance más canalla e indeseable. Siempre nos recomiendan unas pautas, ya sea para conquistar el corazón de una bella doncella, ya sea para llevarse a la cama a la chica que deseamos. No hay que mostrarse a uno mismo, de lo contrario, todo se va al garete. Hay que reservarse y decir las palabras correctas, vamos, lo que vendría siendo falsear lo que en realidad uno es. Por un lado, ahora resulta que a las chicas les van los tíos guarros, sin escrúpulos... vamos, el "chico malo" de toda la vida. Entonces, para obtener sexo, es necesario fingir que eres un cerdo, que todo te importa un carajo y que pasas de los sentimientos. Obvio es que el romanticismo azucarado es cansino y aburrido, pero no lo creo así en todos los casos. Hay que ser uno mismo, y para qué nos vamos a engañar, todos somos un poco de todo. Nadie es bueno hasta la saciedad, nadie es malo porque si. El problema es que como se te exige fingir ser quien no eres, los hay que terminan por creerse su papel. Quizás es todo mas complejo, lo es, pero a estas alturas uno ya no es capaz de descifrar el porqué de los roles sociales establecidos. Y no hablemos de drogas, porque es visible que muchas veces la sociedad exige que uno las tome para poder aparentar que se es guay, que se es un triunfador. Como aquel exitoso vaquero que felizmente anunciaba el auténtico sabor americano, que no es ni mucho menos el de los pepinillos de las hamburguesas con queso, sino el del tabaco Marlboro. Por cierto, ¿alguien sabe dónde anda aquel hombre? Pues algunos dicen que murió de tanto fumar. Lo dicho, la falsedad nos mata.

2 comentarios:

  1. El colegio es una fábrica de mano de obra donde se penaliza la originalidad y el talento. Es un sistema que permite a las empresas nutrirse con suficiente mano de obra que cumpla con las condiciones: baja autoestima, nula iniciativa, carencia de espíritu crítico, etc. Gente que aguante lo que le echen sin pestañear, todo por una promesa, una zanahoria (ascenso, aumento de salario... casi una utopía que muy pocos van a conocer... como el paraíso para la religión...).

    Todo aquel que se salga del estereotipo es rechazado. Y la idea se ha exportado a otros sectores más allá del laboral, formando parte de las relaciones humanas.

    http://www.ted.com/talks/lang/eng/ken_robinson_says_schools_kill_creativity.html

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  2. Me ha encantado y veo que hace tiempo que no escribes pero no dejes de hacerlo porque el blog merece la pena. Es un placer leer a un amante del periodismo. No creo que sea bueno generalizar en cuanto a prototipo de chico, cada chica es un mundo y al final lo único que les importa a las personas verdaderas son los verdaderos sentimientos y formas de ser. Un saludo

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