jueves, 31 de diciembre de 2009

Año nuevo y vida vieja

Es interesante comprobar como el mundo se adentra en una absurda locura cada noche del 31 de diciembre. Sometidos a la rutina anual, millones de personas aprovechan la noche vieja para celebrar sus fracasos más dolorosos, las penurias mundiales, los sueños rotos y las utopías que jamás se atrevieron a soñar. Si, es ilógico. Parece que debamos empezar el año con mucha fiesta, borrachos de felicidad enlatada, apretados en una macro fiesta por la que hemos pagado un precio abusivo y sonriendo a desconocidos. Lo comprendo, es la tradición. Sin embargo cada año me resulta más bochornoso ver semejantes escenas de falsedad prefabricada. Uno de los detalles que más llama la atención es ver a una panda de gente, alcoholizada hasta las cejas, prometiendo una enorme lista de cosas que desean cumplir a lo largo del año nuevo. Menuda tontería no? El estado etílico provoca una efímera sensación de euforia que provoca un optimismo irreal... por lo que nada de lo que se prometa se va a cumplir. Está dicho y demostrado.

Tampoco quiero mostrarme como un ser amargado que reniega de toda muestra de felicidad, para nada del mundo. El año nuevo puede ser una fecha importante si el individuo no se deja manipular por aquellos mecanismos de control que incitan a consumir basura putrefacta. Lamento parecer tan pesimista, o quizás tan previsible. Mi discurso resulta ciertamente abstracto y vacío de contenido. Bien, para resumir mi tesis en pocas palabras diré que celebrar el año nuevo me parece realmente muy hermoso, siempre y cuando no olvidemos el año viejo. Y es que no hace falta recalcar que aprender de los errores del pasado es imprescindible para construir un nuevo mañana. No hace falta decirle adiós a 2009. Uno debe vivir el 2010 recordando todo aquello que pasó a lo largo del año anterior. Las cosas buenas y malas son, sin duda, ingredientes esenciales para comprender lo que nos espera. Y es que el mañana es hoy.

Dejando de lado mis inocuas divagaciones, feliz año nuevo y prospero año viejo. Y sin olvidar que abrimos década. Lo dijo Oscar Wilde en algún momento de su caótica vida: A veces podemos pasarnos años sin vivir en absoluto, y de pronto toda nuestra vida se concentra en un solo instante.

miércoles, 30 de diciembre de 2009

Avatar: ecologismo de ciencia ficción

James Cameron ha vuelto por la puerta grande. Hacía ni más ni menos que doce años desde que la exitosa Titanic arrasó en todo el mundo siendo, por aquel entonces, la película más cara de la historia del cine. El nuevo trabajo nada tiene que ver con aquella romántica historia con trágico final que, al fin y al cabo, todo el mundo ya conocía. Avatar es una historia, en cierto modo recurrente, pasada por el filtro de la ciencia ficción. También es una fábula llena de metáforas y mensajes ocultos que transmite sensaciones entrecruzadas. Seguro que se acuerdan de aquellas películas protagonizada por una tribu salvaje que habitaba felizmente en la selva, hasta que un empresario despiadado decidía construir una lujosa urbanización en el paraje natural. Una historia que nada tiene de ficción en la mayor parte de los casos. Solo hay que recordar las nefastas consecuencias que el imperialismo de las poderosas multinacionales ejerció, principalmente, en África y América Latina. No importa si se destruyen los frondosos bosques, ni si se exterminan centenares de especies animales, ni si se asesina a sangre fría a un poblado entero. Todo vale para obtener los beneficios más altos posibles. Es la ley de la oferta y la demanda. Es el capitalismo en su más voraz expresión. El caso es que películas tan distintas como son Lambada y Bailando con lobos hacían hincapié en la necesidad de preservar la naturaleza, defender a los animales y presionar a los gobiernos para que terminen con las prácticas criminales de las grandes corporaciones. Avatar le da la vuelta a la tortilla.

En un mundo futurista, en el que la humanidad ha agotado ya los recursos naturales de la tierra, una compañía explota las minas de un planeta, curiosamente, llamado Pandora. Debido a las duras condiciones con las que los obreros se encuentran para realizar su trabajo, un grupo de mercenarios fuertemente armados se responsabiliza de la seguridad. Y es que los invasores terrestres no están solos en el planeta. Los nativos, a los que se les llama Na'vi, son un pueblo que convive en una casi perfecta armonía con la naturaleza del planeta. Ante los ojos de la sociedad moderna, los Na'vi son una sociedad que vive a años luz de lo que se entiende por mundo civilizado. Son en cierto modo una sociedad ancestral basada en las formas tribales, asemejándose a los indios que poblaban el continente americano antes que los colonos anglosajones les exterminaran. En la lucha por dominar a los nativos, los humanos fabrican un ser híbrido, mezclando el ADN humano con el de los Na'vi. Este es como una especie de robot que debe ser dominado por un humano y que tiene la labor de infiltrarse en el pueblo nativo e informar a los mercenarios.

Evidentemente no faltan las historias entrecruzadas clásicas en el cine contemporáneo. En buena medida, hallamos casi todas las funciones narrativas de Propp. La historia de amor, la escena de sexo y la profunda transformación del héroe principal, en este caso llamado Jake Sully. Es imprescindible que mencione los asombrosos efectos especiales, que nos muestran auténticos paraísos naturales con la vegetación más espectacular y los animales más inimaginables posibles. Brillante trabajo. También destaca la creación de un idioma especial para la película. El na'vi, una lengua creada por Paul Frommer, doctor en lingüística. A pesar de todo esto, una de las peculiaridades que más llaman la atención, es la cuidada explicación del porqué es tan importante preservar la naturaleza. En este aspecto, resulta interesante comprobar que Avatar, a diferencia de otras películas con historia similar, no es un vulgar panfleto en favor de la causa ecologista sino que se adentra en la reflexión más profunda e inteligente. Los Na'vi no rezan a unos dioses prefabricados que solo sirven para mantener el poder y justificar las barbaries, sino que respetan a un dios mucho más real y útil: la naturaleza. Asimismo, destaca el hecho de que los nativos no creen en la intervención de la divinidad, en su caso un árbol mágico, ya que la principal función de esta es mantener el equilibrio entre las fuerzas naturales. La sociedad na'vi tampoco es perfecta, sin embargo sabe mantener un equilibrio que le da la fuerza necesaria para sobrevivir.

No puedo obviar los fines comerciales del trabajo de Cameron. Es evidente que nos hallamos ante un producto para las masas con un presupuesto de 300 millones de dólares. A pesar de todo esto, debo afirmar que merece la pena puesto que el espectador que lo desee puede hallar miles de hilos argumentales dentro de la historia, reflexionando así sobre sus incontables metáforas con las que sacar vitales conclusiones. Todos queremos ser un na'vi y habitar en Pandora!

lunes, 21 de diciembre de 2009

Misunderstanding

El sol sale cada día. Diríamos que es un hecho que nos alegra, un motivo para ser felices y sonreír. Sin embargo, uno se pregunta qué tiene de especial un fenómeno cíclico y natural, un fenómeno natural que se repite como la rutina del trabajo y de los estudios, un hecho que significa, para muchos, tener que afrontar otra difícil jornada llena de problemas e injusticias. ¿Porqué tenemos que buscar motivos para todo? La felicidad, si es que existe, no entiende de motivos ni cursos naturales. Somos muchos los lunáticos que adoramos la tenue luz del único satélite natural de la Tierra. Falsas alegrías basadas en hilarantes argumentos se juntan con lágrimas vacías, construyendo de este modo, una dimensión absurda dónde la sinrazón se disfraza de fantasía frenética. Las autopistas del placer no siempre conducen hasta la satisfacción del ego.

No pensamos en los motivos. Salga lo que salga, lo importante es vivir esta hermosa y maldita vida que nos ha tocado vivir con la mayor dignidad posible. El fracaso de la conciencia es un paso necesario para no caer nunca en el amargo pozo de la utopía.

sábado, 19 de diciembre de 2009

La gran farsa de Copenhague (2)

La cumbre ha fracasado. Organizaciones no gubernamentales, activistas ecologistas y científicos avalan esta conclusión entorno al escaso interés mostrado por parte de los delegados para reducir los nefastos efectos que la sociedad moderna deja en el mundo. Hablando claro, el cambio climático puede seguir erigiéndose como una realidad cada vez más palpable, mientras la mayor parte de líderes políticos disfrutan jugando al golf y fumando sus puros. Como ya expuse en la primera entrada acerca de esta cumbre, los resultados de esta reunión son solo promesas que se difuminan en medio de este oscuro y maloliente aire que se inspira en las grandes ciudades del planeta. El sistema actual en el que la sociedad mundial se sostiene, impide que muchas de las directrices marcadas por los ecologistas y científicos puedan ser una realidad. Es curioso que se considere que un país está en vías de «desarrollo» cuando las chimeneas empiezan a dominar el paisaje de sus ciudades y los obreros pueden ser explotados «legalmente». Ante semejante definición uno comprende que es imposible parar el cambio climático. La utopía de las utopías.

En declaraciones recogidas por el diario Público en Copenhague, el delegado de Ecologistas en Acción, Pablo Cotarelo, afirmó que «las negociaciones han sido decepcionantes, han dejado de lado a la mayor parte de los países», lo que, según él, significa «un acuerdo en falso que sólo servirá para lavar la cara de los países industrializados y quedar bien ante la opinión pública, pero que no conseguirá nada», añade. Por su parte, la organización WWF afirma en su página web que «el texto final es tan débil, incompleto y confuso que no previene de las peligrosas consecuencias de esta amenaza para el Planeta». Y es que el hecho de que el tratado final sea «no vinculante» demuestra que la farsa ha sido de lo más hipócrita.

Promesas insuficientes
Los científicos han alertado que la reducción de gases debería ser un 30% más de lo que se ha propuesto en el acuerdo del final de la cumbre. Si nos atendemos a que las promesas apenas se cumplen, la situación es muy preocupante. Pero no solo las emisiones están terminando con el sistema natural del planeta, cabe recordar que las agresiones a los ecosistemas, tanto marítimo como terrestre, están planteando cambios que rompen su curso natural. No hace mucho nos enteramos de que los osos polares empezaban a practicar el canibalismo. El hielo se derrite y provoca cambios irreversibles entre la fauna que habita los océanos. Asimismo, la pesca incontrolada en muchos puntos del planeta, la cruel matanza de animales como focas o leones marines o la devastación de los bosques está afectando, y mucho, el ya castigado ecosistema del planeta tierra. No podemos olvidar tampoco que a las alteraciones provocadas en el planeta se deben, en buena medida, muchas de las catástrofes que en la última década han matado a miles de personas. La agresividad del huracán Katrina o del mismísimo Tsunami beben directamente de las alteraciones en el sistema natural. La desertificación repercute en que muchos pueblos se queden sin comida y el deshielo puede hacer que muchas ciudades del planeta terminen bajo el agua. Si el cambio climático no es preocupante, que se celebre la próxima cumbre un poblado de Rwanda o en uno de los pocos icebergs que quedan enteros en el Polo Norte.

jueves, 17 de diciembre de 2009

Eufemismo "a la italiana"

La violencia es verdaderamente repugnante. Es capaz de convertir al más violento en un beato santificado, de ocultar las injusticias y de aumentar la censura de la libertad de expresión. Silvio Berlusconi fue atacado el pasado domingo, según las fuentes oficiales, por un "perturbado". Es evidente que ver la deplorable imagen de "Il Cavaliere" con el rostro ensangrentado nos impactó e irremediablemente, nos hizo surgir un pequeño sentimiento de pena. Alabar este tipo de agresiones no es propio de una sociedad democrática pero, al igual que muchos, a mi también se me pasó por la cabeza la idea de "se lo merece". Y siendo coherentes, quizás Berlusconi no merecía que le rompieran la boca con una reproducción en miniatura del Duomo, pero si merece ser castigado por la larga lista de delitos cometidos en sus mandatos. La coacción, la represión, el despotismo o la manipulación de los medios de comunicación, censurando a todo aquel quien se atreva a ser crítico con las políticas de su gobierno, constituyen sin duda, junto a la más que probada corrupción, motivos suficientes como para que alguien sea destituido del poder para ser juzgado y condenado.

Europa ha superado, afortunadamente, la aplicación de la Ley del Talión basada en el ojo por ojo, por lo que la violencia no justifica más violencia. A pesar de esto, no se puede obviar que Berlusconi es un ser violento. Sus bromas machistas, su actitud totalitaria, su falta de respeto a los inmigrantes o sus políticas que dejan en la pobreza más extrema a millones de personas constituyen una amenaza para la paz en el país. Curiosamente, parece que pocos se atreven a hablar con claridad. Ahora parece que los políticos de todo el mundo prefieren seguir haciendo la vista gorda y, al mismo tiempo, apoyar al primer ministro italiano en unos momentos tan duros. Él mismo se vanagloria de ser un beato "lleno de amor" perseguido por un "clima de odio". En este grupo de "violentos" están los jueces, los periodistas incómodos, los líderes ecologistas, los movimientos de izquierdas y, como no, los temibles comunistas.

Estoy seguro de que son muchos los que sintieron algo parecido a lo que yo cuando vieron las imágenes de la agresión, sin embargo prefieren contribuir a convertir Berlusconi en una víctima de la crispación que vive el país, ironías de la vida, que el mismo ha fabricado. Al fin y al cabo, parece ser que el suceso le ha venido bien a Berlusconi. Ahora tiene más poder para tapar la boca de todos aquellos que se atrevan a criticarle aunque, eso si, cambiando el verbo "censurar" por "apaciguar".

jueves, 10 de diciembre de 2009

El sexo calienta el planeta

El sexo relaja al ser humano, le ayuda a ser más positivo y a tener una mayor confianza en si mismo. Los expertos recomiendan llevar una vida sexual activa con el fin de mantener una mente fuerte y equilibrada. Por algo será que cuando alguien muestra un reiterado mal humor siempre se dice aquello de "es un malfollado" o "lo que necesita es un buen polvo". A pesar de todas estas certezas, los caminos del sexo son inescrutables. No todo el que goza de una vida sexual activa es justo ni honrado. Muchos seres desalmados presumen de tener relaciones sexuales a menudo. El sexo puede ejercer de medicina, pero también puede convertirse en una peligrosa arma de doble filo: El placer a veces tiene un precio muy elevado. Y es que cuando este se convierte en una mercancía o en un mecanismo para intentar llenar los vacíos emocionales de un individuo, pierde toda su riqueza natural. El sexo es magia cuando sirve de instrumento para que dos personas se comuniquen en toda su esplendor, maximizando deseos y sentimientos. El sexo es un virus cuando sirve para comprar, vender, explotar y dinamitar la mente humana.

Sea como sea, las prostitutas de Copenhague han decidido contribuir a que los líderes mundiales, reunidos durante este mes de diciembre en la crucial cumbre del cambio climático, estén lo más relajados posibles con el fin de tomar las decisiones más oportunas para que el mundo no explote a corto plazo. En respuesta a la petición de las autoridades municipales de la capital danesa, quienes pidieron a los responsables de los hoteles que evitaran la presencia de trabajadoras del sexo durante las fechas en las que se celebre la cumbre, las prostitutas danesas han comunicado que harán servicios gratuitos a los delegados que acuden a la cita mundial. Desconozco si la oferta iba en serio pero de lo que no me cabe duda es de que existe una estrecha relación entre el cambio climático y la prostitución. Buscando el punto irónico, el sexo mueve el mundo y el aumento de la prostitución es proporcional al de los flujos de inmigrantes que se desplazan por culpa de la pobreza de sus países. Tiene algo que ver el sexo con el calentamiento global? Saquen conclusiones.
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miércoles, 9 de diciembre de 2009

La gran farsa de Copenhague (1)

Las navidades ya están aquí. Millones de personas en todo el mundo se preparan para gastar el dinero que no tienen, consumir los productos que no necesitan y sonreír al vecino, aunque su reiterada estupidez ponga de los nervios al mismísimo papa noel. Si señores, ya no queda mucho para que lleguen esos magníficos días. Y bien, oportunamente, los líderes mundiales han decidido celebrar la famosa cumbre de Copenhague. La capital danesa ha sido el escenario en poco tiempo de dos grandes citas de distinta importancia. Si en octubre se decidió que Rio de Janeiro albergaría las olimpiadas de 2012, provocando una enorme decepción en el si de la glamurosa delegación española y su corazonada, desplazada para apoyar la candidatura de Madrid, ahora toca hablar del temido cambio climático. Como es habitual en las altas esferas políticas mundiales, no faltarán los lujosos coches oficiales, los hoteles de cinco estrellas, las cenas de cinco tenedores y algún que otro espectáculos circense para entretener a los asistentes y acompañantes.

No tengo la menor duda de que los representantes de cada país harán buenos discursos en los que se jactarán de haber hecho lo mejor para el planeta. Es muy probable que se lleguen a bonitos acuerdos para reducir las emisiones de CO2 (los llamados Gases de Efecto Invernadero). Buenos propósitos como los que nos hacemos el resto de mortales en la noche de fin de año. Que si dejar de fumar, que si hacer ejercicio cada día, que si ser más responsable, que si mejorar como persona... la lista tiende a ser cada año más larga, puesto que acumulamos aquellos deseos que no cumplimos en el año anterior. Los "líderes" mundiales hacen algo semejante, aunque con más delito. Y es que casi todos saben perfectamente que no van cumplir prácticamente nada de lo acordado en la cumbre. En conclusión, la puesta en escena no es otra cosa que un paripé para salir en los medios de comunicación y, al mismo tiempo, calmar los ánimos de la comunidad científica mundial, las organizaciones no gubernamentales y los activistas ecologistas.
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sábado, 5 de diciembre de 2009

Un pequeño gesto

Dicen que con un pequeño gesto individual contribuye a un gran paso para la humanidad. Reciclar todas esas botellas de vino que se van amontonando en nuestras cocinas, supone un enorme ahorro para la sociedad. Lo mismo pasa con el papel, el plástico... si en vez de utilizar las bolsas de plástico del supermercado, llevamos nuestro propio bolso, la naturaleza nos lo agradecerá. Por desgracia... esto también significa que tirar una pila o una bolsa de plástico en un bosque, puede generar un enorme problema para la humanidad. Es decir, un pequeño gesto, puede que haga retroceder a toda la humanidad. Los pequeños detalles deberían ser el principio de todo gran cambio. Ir a comprar el pan andando, en vez de coger el coche o algo tan simple como reciclar los plásticos o papeles son sin duda un gesto necesario para que el desastre ecológico final no tenga lugar a corto plazo. Hay tantas pequeñas cosas que se pueden hacer!

miércoles, 2 de diciembre de 2009

Ideales futuristas


Dicen que el ideal del romanticismo ha muerto des de hace tiempo, dicen que para nada sirve ya el idealismo, dicen que el futuro pinta mejor aunque mañana no se podrá respirar por culpa de la contaminación feroz que nos invade. Es entonces la vida, ¿un lujo hipotecado?

Vivamos en un nuevo ideal romántico, vivamos otra plenitud idealista que se adapte a los nuevos vientos del hoy sin dejar de tocar la tierra.