martes, 24 de febrero de 2009

Cuando la red nos falla

Un martes por la mañana. Nada de nuevo, nada de especial. Rutina y más rutina. Me conecto a Internet justo después de desayunar y accedo, como cada día, a mi bandeja d'entrada de gmail. Sorpresa! Me aparece el siguiente mensaje:

Lo sentimos...

... pero tu consulta se parece a las solicitudes automatizadas de virus informáticos o programas espía. Para proteger a nuestros usuarios, no podemos procesar tu solicitud en este momento.

Restableceremos tu acceso lo antes posible, por lo que puedes volver a intentarlo en unos momentos. Mientras tanto, si sospechas que el equipo o la red han sido infectados, puede que quieras ejecutar un analizador de virus o un programa que elimine software espía para asegurarte de que el sistema no está afectado por virus u otro software malicioso.

De acuerdo, me lamento pero lo acepto. Hoy no podré acceder a mi cuenta, no podré ver si hay algún mensaje nuevo, no se me permite consultar esos mensajes que tanto me gusta revisar y volver a leer. Algo pasó.

Vivimos tan pendientes y conectados a la tecnología que muchas veces no pensamos en que esta puede fallar. Y así es. Nada es perfecto. La globalización, o llámese extensión masificada, de los nuevos mecanismos de comunicación conllevan el riesgo de saturación del sistema. Qué pasaría si de repente, la red social Facebook entrara en crisis?. Con casi toda seguridad, serían un gran número de usuarios los que entrarían en crisis neurótica. Y es evidente, escribiendo desde un blog, mi intención no puede ser otra que la de magnificar y elogiar tales inventos, pero el problema es que, como muchas veces, los seres humanos carecemos de límites. Quizás deberíamos entender que hay que buscar un equilibrio, mantener la comunicación más tradicional, ya que de otra forma, el sistema puede dañarse. O dicho de otra forma, puede que algún día tengamos miles de sofisticadas herramientas de comunicación pero no tengamos ningún contenido con el que utilizarlas. Humanizar la tecnología es entonces, una prioridad elemental.

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