sábado, 21 de noviembre de 2009

El otro Faraday

Una de la genialidades de la popular serie Lost reside en el hecho de que sus personajes no son exactamente ficticios, sino que prácticamente todos están inspirados en una personalidad histórica. Si el enigmático y a la vez entrañable John Locke (interpretado por Terry O'Quinn) se basa en el pensador del siglo XVII, no solo en el nombre sino también en ciertos aspectos de su personalidad. Y es que el Locke encarna planteamientos muy parecidos a los que el filósofo planteó, quien considera la ley natural un decreto divino que impone la armonía global a través de una disposición mental. En el transcurso de la serie, Locke se obsesiona con la idea de que la isla debe dictaminar quien muere y quien vive.

Otro personaje impactante de esta magnífica producción es Daniel Faraday (interpretado por Jeremy Davies). Físico caótico y desordenado, Faraday es el paradigma de aquellas mentes prodigiosas que hicieron avanzar las civilizaciones, aunque en su momento fueron considerados unos dementes. Al no cumplir las normas establecidas, muchos prodigios fueron marginados en vida y reconocidos por la comunidad científica, aunque a título póstumo. La cuestión es que el otro día descubrí un poco más sobre el científico que inspira al personaje de la serie. Gracias al libro Física de lo imposible, obra del físico teórico norteamericano Michio Kaku, me adentré en el fascinante mundo de Michael Faraday, físico del siglo XIX que vivió obsesionado por la posibilidad de crear campos de fuerza. Aunque nunca consiguió dar con la fórmula para fabricar campos electromagnéticos, como los que se describen en numerosas obras de la ciencia ficción, Faraday hizo grandes descubrimientos sin los que hoy en día no tendríamos la vida que tenemos. Sin ir más allá, consiguió crear generadores capaces de iluminar a una ciudad entera. Tal y como cuenta Michio Kaku en su libro, "la clave de los grandes descubrimientos de Faraday estaba en sus campos de fuerza. Si se colocan limaduras de hierro por encima de un imán, las limaduras forman una figura parecida a una telaraña que llena todo el espacio. Estas son las líneas de fuerza de Faraday, que muestran gráficamente como los campos de fuerza de la electricidad y el magnetismo llenan el espacio".

Sin que un servidor se considere precisamente un erudito de la ciencia, lo cierto es que el universo de este científico me ha despertado una gran fascinación por las leyes que imperan en la física. Quizás porque a veces pueden explicar lo inexplicable o simplemente porque plantean enigmas que demuestran que la humanidad aún se encuentra en la prehistoria del conocimiento. Asimismo, Daniel Faraday tiene muchos puntos en común con el físico británico. El personaje de la serie vive obsesionado con los campos electromagnéticos que hacen de la isla un sitio invisible para el resto del mundo, a la vez que producen fenómenos temporales y espaciales que violan los límites de nuestra razón. Sus descubrimientos serán de gran valor para los demás personajes que se encuentran en la isla. No cabe duda de que Lost es una fuente inagotable de narrativas y metáforas para cualquier aficionado a la semiótica.

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