lunes, 21 de diciembre de 2009

Misunderstanding

El sol sale cada día. Diríamos que es un hecho que nos alegra, un motivo para ser felices y sonreír. Sin embargo, uno se pregunta qué tiene de especial un fenómeno cíclico y natural, un fenómeno natural que se repite como la rutina del trabajo y de los estudios, un hecho que significa, para muchos, tener que afrontar otra difícil jornada llena de problemas e injusticias. ¿Porqué tenemos que buscar motivos para todo? La felicidad, si es que existe, no entiende de motivos ni cursos naturales. Somos muchos los lunáticos que adoramos la tenue luz del único satélite natural de la Tierra. Falsas alegrías basadas en hilarantes argumentos se juntan con lágrimas vacías, construyendo de este modo, una dimensión absurda dónde la sinrazón se disfraza de fantasía frenética. Las autopistas del placer no siempre conducen hasta la satisfacción del ego.

No pensamos en los motivos. Salga lo que salga, lo importante es vivir esta hermosa y maldita vida que nos ha tocado vivir con la mayor dignidad posible. El fracaso de la conciencia es un paso necesario para no caer nunca en el amargo pozo de la utopía.

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