domingo, 15 de marzo de 2009

Obama es un JASP

Muchos recordarán aquella campaña publicitaria con la que a mediados de los noventa el fabricante de automóviles francés Renault suscitó un gran debate entorno a la realidad de los jóvenes y su acceso al mundo laboral. El anuncio presentaba un modelo de individuo, al que se denominaba JASP (Joven Aunque Sobradamente Preparado). Se refería así a un perfil de chico joven, recién licenciado en la universidad, ambicioso y con un prometedor futuro por delante. Nada más lejos de la realidad, el término terminó usándose para describir la cruda realidad; el joven licenciado con talento de sobras pero sin aspiraciones más allá de ocupar un sitio por debajo de su preparación y con un miserable sueldo de menos de mil euros al mes. El mileurista.

Cuando Obama hacía campaña, todos los medios de comunicación destacaban de él su pragmatismo. Era la definición por excelencia y todo aquel que se preciaba de quedar como un buen analista la incluía en su discurso, columna de opinión o intervención en una tertulia. Ser pragmático significa algo así como ser práctico. Dicho de forma más correcta, el pragmatismo se basa en la filosofía empirista que considera los efectos prácticos de una teoría como el único criterio válido para juzgar la verdad (según el diccionario on-line Word Reference). Si bien cabe decir que el mundo acogió con mucha, quizás demasiada, euforia la victoria del primer presidente de raza negra de la historia, el diseño que hizo Obama de su equipo de gobierno sembró multitud de dudas y propició la aparición de un cierto escepticismo. Parecía que el demócrata no quería hacer la revolución que todos esperaban. Decidió mantener de su lado a los sectores republicanos más abiertos e introdujo cautelosamente a nuevos cargos con la misión de oxigenar la atascada política norteamericana. Un acierto que ahora empezamos a vislumbrar.

A pesar de la crisis económica mundial, Obama ha conseguido ya apaciguar muchos frentes, abrir nuevas vías de diálogo, acabar con la inhumana cárcel de Guantánamo y buscar fórmulas efectivas y equilibradas para poder superar las profunda depresión monetaria en la que el país está hundida. Por supuesto que no habrá ninguna revolución, el mundo seguirá con un gran segmento de pobres que crece exponencialmente a la riqueza de los pocos adinerados. Obama representa la figura del nuevo JASP. Es relativamente joven, posee una buena formación y es ante todo un hombre pragmático que aplica más reformas que no promete. Sin hacer ruido, Obama es así, Joven Aunque Sinceramente Pragmático.

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