jueves, 12 de marzo de 2009

Sucedió en Stuttgart

Desgraciadamente empezamos a estar acostumbrados a hechos como los ocurridos el pasado miércoles 11 de marzo en la ciudad alemana de Stuttgart. Un adolescente sumergido en un mar de depresiones, falta de autoestima, desgracias personales y cierta paranoia mental acude a su escuela y acribilla a sangre fría a todo aquel que se pone por delante. La conocida masacre del instituto de Columbine, ocurrida en 1999 cuando dos chicos de 18 y 17 años mataron a un total de 12 alumnos y un profesor antes de quitarse la vida puso en alerta a todo el mundo e inspiró el famoso documental de Michael Moore, Bowling for Columbine. Por aquel entonces, la sociedad europea culpó a Estados Unidos por las facilidades que ponía a cualquier individuo a la hora de hacerse con una arma de fuego. Quizás esta era alguna de las causas del triste suceso, pero sin duda también se habló de otros aspectos como la depresión que la juventud del país sufría por las escasas perspectivas de futuro o la hipocresía que ocultaba la estructura social de un país dónde las apariencias se situaban siempre por encima de los sentimientos.

Miles de psicólogos, sociólogos y psiquiatras, entre otros, ya han empezado a dar sus opiniones acerca de los posibles motivos que llevaron a Tim Kretschner a empuñar la pistola, perteneciente a la gran colección de armas que su padre guardaba sin muchos cuidados, y desplazarse a su antiguo colegio para empezar a disparar contra niños de 14 y 15 años sin ningún tipo de reparo dejando a su paso la cifra de 15 cadáveres. Según se apunta en la edición digital de El Periódico, "dos expertos dicen que el homicida era un enfermo mental con acceso a una pistola". Lo más asombroso es que en esta ocasión, como en otras, el asesino divulgó sus intenciones a través de la red un día antes. Supongo que es más que difícil encontrar respuestas convincentes ante esta clase de sucesos, pero resulta que cada vez ocurren con más frecuencia y por lo general, tienen muchos puntos en común. En Alemania no es ni mucho menos la primera vez que pasa, hay antecedentes similares ocurridos en 2002 y 2006. Quizás podamos entender alguna de las posibles razones que llevan a un individuo a cometer semejante masacre, analizando la estructura de la sociedad dónde se produce.

Puede que la frialdad de ciertas culturas, la violencia que se percibe en todos los estratos, los traumas acumulados, o simplemente la locura no detectada sean posibles causas. Sin embargo, un día después de la tragedia algunos expertos, ávidos de sabiduría, ya señalan la pasión que el asesino tenía por los videojuegos violentos, sus interminables sesiones delante de Internet, y la falta de un círculo de amistades como principales causas que motivaron al adolescente de 17 años a cometer la masacre alemana. Una vez más, el alarmismo sensacionalista causa furor e impregna los tejidos de la sociedad de falsedades conservadoras. En el caso de Columbine, muchas mentes prodigiosas y de marcado acento reaccionario utilizaron la tragedia para lanzar bombas contra la música rock, las tendencias modernas. Sin ninguna duda, Marilyn Manson fue el centro de todas las críticas por un simple motivo: los autores de la matanza escuchaban su música.

"El motivo está relacionado con Internet"

Una vez más se ha culpado la red de todos los males de la humanidad. El portavoz de la Policía de Waiblingen, que se encuentra aún buscando explicaciones a la tragedia, señaló que "el motivo está relacionado con Internet". Y otro dato más, la policía está examinando a conciencia el ordenador del asesino para encontrar nuevas pistas. Uno de los principales hilos que se están siguiendo es que Kretschner jugaba a menudo al videojuego de guerra Counter Strike. Y como bien señala el periodista Ignacio Escolar en La culpa de la matanza es de los videojuegos, "de cumplirse el diagnóstico, la situación es aterradora; acopien alimento y armas para sobrevivir al Apocalipsis. Counter-strike es uno de los videojuegos de más éxito de los últimos años y ha vendido más de nueve millones de copias. Si cada uno de los locos que ha jugado a este videojuego asesina a 15 personas, la matanza que nos espera es superior a la Segunda Guerra Mundial".

Internet, los videojuegos, las películas están siempre en el punto de mira. Según estos expertos, si eres un solitario que escucha Marilyn Manson, juegas a la consola, pasas tus horas en Internet y no sigues los esquemas tradicionales eres un asesino en potencia. Lastimoso es que no se intente ir más allá. El tema de la violencia en los videojuegos es muy opinable, de acuerdo, pero todo el que sepa usar la razón sabrá que en ningún caso alguien puede salir a la calle y matar a toda la gente que se le ponga por delante, por el simple hecho de jugar a la consola. Hay mucha gente que se siente sola, algunos aparentan tener muchas amistades, y no por ello van a convertirse en asesinos. Si se dejara perder el tiempo y se buscara la raíz del problema, quizás sería posible que esta clase de tragedias dejaran de ocurrir con tanta frecuencia.

La violencia no surge de una pantalla y tampoco es algo que solo exista en Estados Unidos.

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